Luis Esmurdoc. |
David Díaz.
Se
calcula pérdida de 200 millones de pesos.
San
Francisco de Macorís. El jefe del Cuerpo de Bomberos de San Francisco de
Macorís, general Luis Elías Esmurdoc Rodríguez, lamentó que por falta de agua,
no se pudo sofocar a tiempo el incendio que destruyó más 15 negocios en el área
del mercado viejo.
Dijo que el mayor obstáculo que enfrentaron
las brigadas de bomberos para enfrentar el fuego, fue la falta de agua, ya que
la ciudad no está dotada de hidrantes para abastecer los camiones cisterna,
indicando que sólo hay uno en funcionamiento que está ubicado frente al
cuartel de la institución bomberil.
Hizo un llamado al presidente Danilo
Medina y a los directores de Inapa para que disponga la instalación de
hidrantes en todo el país, para así realizar con eficiencia las labores y
evitar que suceda otra tragedia como la ocurrida en la tarde del miércoles 2 de
enero aquí.
Explicó que el Cuerpo de Bomberos de
esta ciudad utilizó más de 15 mil galones de agua y tuvo que ser reforzado por
empresas, instituciones, unidades de la
Vega, Salcedo, Tenares y Pimentel.
Vega, Salcedo, Tenares y Pimentel.
“No tenemos hidrantes y sin agua no
podemos enfrentar un fuego, el agua es el único producto que apaga el fuego,
sin agua, no podemos hacer el trabajo”, indicó Esmurdoc Rodríguez; sostuvo que
el siniestro provocó pérdidas millonarias, debido a los daños que sufrieron los
establecimientos comerciales de ropa, tejidos, una relojería, una tienda de
objetos y lencería china y almacenes de provisiones.
Aclaró que el incendio se originó en
una cafetería y se propagó por otros negocios, cuyas causas se investigan por
miembros de los bomberos especializados en explosivos y la Policía Nacional;
“Gracias a Dios no se produjeron pérdidas humanas, sólo un miembro del Cuerpo
de Bomberos tuvo que ser auxiliado por los efectos del humo”, dijo.
Pérdidas
millonarias
Las pérdidas dejadas por el incendio
que devastó por completo a los más 15 establecimientos comerciales en esta
ciudad, podrían ser superiores a los 200 millones de pesos.
El siniestro se inició en una
cafetería ubicada en la esquina formada por las calles Padre Billini y General
Olegario Tenares, expandiéndose rápidamente hacia otros negocios aledaños,
incluyendo los ubicados en las calles San Francisco y Papi Olivier,
principales arterias comerciales del centro de la ciudad.
Los establecimientos reducidos a
cenizas funcionaban en antiguos edificios del mercado viejo, muchos de ellos
construidos hace más de 100 años y que en los años de 1940 se incendiaron,
dando lugar a que posteriormente se edificara aquí un nuevo mercado público.
Contingentes policiales al mando del
coronel Juan Luis Sierra Difó tendieron un amplio cordón para evitar que los
curiosos entorpecieran la labor de los bomberos y que se produjeran saqueos en
los negocios afectados.
Sierra Difó, informó que 25 personas
fueron detenidas, al ser sorprendidas tratando de llevarse algunos artículos.
Se escucharon lamentaciones de los
propietarios de los negocios afectados, sobre todo los que no contaban con una
buena póliza de seguros para cubrir los costos de las pérdidas.
El comerciante Jorge Peralta,
propietario de Casa Peralta, negocio que fue destruido por las llamas, dijo
tener pérdidas por más de cuatro millones de pesos.
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