Antes del S. VIII no había un sistema de notación,
por lo que los cantantes tenían que memorizar las melodías. Los manuscritos que
se usaban sólo contenían el texto, y se empezaron a introducir ciertos símbolos
encima del texto llamados neumas. Estos neumas servían para recordar la melodía
por lo que sólo eran útiles a quien la conocía previamente.
Los signos eran muy sencillos: la virga “/”, y el
punctum “\”. El punctum se simplificó hasta convertirse en un punto “.”, de ahí
su nombre. Después los dos se desarrollaron hasta tomar una forma más
redondeada. A este tipo de notación se le conoce como: neumática,
adiastemática, sin pautas, in campo aperto y quironómica.
Cuando se escribían los neumas sobre una sílaba se
podían agrupar hasta tres, si se necesitaban más se dividían en pares o quedaban
algunos sueltos. Los neumas aparecían siempre a la misma altura, por lo que no
indicaban el intervalo, o las notas; sólo indicaban el número de las notas y su
dirección.
En diferentes partes de Europa se desarrollaron
variaciones de esta escritura, conservando obviamente la “base”, sin embargo,
hay ciertas características que denotan el lugar de origen de algún manuscrito.
La primera mejora en la notación fue el uso de
neumas a diferente altura, indicando los intervalos. Esto quiere decir que los
neumas que aparecen siempre a la misma altura son la misma nota. Después se
añadió una línea para las notas fijas.
Sin embargo, estas notas eran las mismas en el
contexto en el que estaban escritas, pero en diferentes composiciones podrían
ser otras; debido a esto se anteponía una letra a la línea indicando la nota.
Las que se usaron con más frecuencia fueron la C (do 5) y la F (fa 4). Las
líneas se podían marcar en el papel o bien pintarse, casi siempre rojo para el
Fa y verde o amarillo para el Do.
Guido D´arezzo fue uno de los teóricos musicales más
importantes de la edad media. Creó el sistema de solmización, definió el campo
sonoro del canto gregoriano y creó el tetragrama, todavía en uso.
El sistema de solmización está formado por un
hexacordo, una serie escalonada de seis notas (ut,re,mi,fa,sol,la), que asoció
con las silabas de inicio de las frases del Himno a san Juan Bautista. Cada
frase inicia un tono arriba que la anterior, excepto en mi y fa (semitono).
Las ventajas de este sistema son: la lectura de
nuevas melodías, la asociación de silabas con notas fijas y la fácil enseñanza.
El autor es Comunicador
jose_haitiano@hotmail.com
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