Monseñor Jesús María de Jesús Moya. Foto: elyaja.com |
Francisco Calderón Hernández.
San
Francisco de Macorís. Monseñor Jesús María de Jesús Moya, obispo emérito de
la diócesis de esta ciudad, deploró la predominante violencia en la sociedad,
marcada por las guerras, el hambre y las grandes diferencias que existen entre
unas zonas y otras en el mundo.
Sostiene que hay zonas dominadas por
el dinero, en gran parte derrochado y otras en las que prácticamente no tiene
ni para comer.
“Nosotros estamos encantados o ilusionados
con los que simplifican y con los grandes resultados rápidos y positivos que
dan las tecnologías, pero no advertimos el poder destructivo de sus trampas”,
precisó.
Puso como ejemplo a cientos de miles
de niñas, niños y adolescentes adictos a la pornografía por internet, y en el
mundo de la guerra a un misil destructivo que se le responde destruyéndolo en
el aire con otro misil más poderoso y más destructivo.
Las consideraciones de Monseñor Jesús
María de Jesús Moya fueron emitidas tras recibir el título de Doctor Honoris
Causa en Humanidades, otorgado por la Universidad Católica Nordestana (UCNE),
de la cual fue Rector y Gran Canciller durante 28 años.
El obispo emérito entiende que la paz
en la tierra no se puede lograr si no se asegura el bien de las personas y la
comunicación espontánea entre los hombres de sus riquezas de orden intelectual
y espiritual.
“Es absolutamente necesario el firme
propósito de respetar a los demás hombres y pueblos, así como su dignidad, y el
apasionado ejercicio de la fraternidad, en orden a construir la paz, pues ella
también es fruto del amor, el cual sobrepasa todo lo que la justicia puede
realizar”, significó.
Entiende que la educación para la paz
tiene la misión de responder a los problemas de conflictos y de violencia en
todos los ámbitos, pues es un intento de crear futuros más justos y firmes.
Tras definir la palabra “paz”,
consistente en un estado a nivel social y personal, en el cual se encuentran en
equilibrio y estabilidad las partes de una unidad, estimó que la misma es
además el proceso de búsqueda de justicia en los diferentes niveles de relación
humana.
“Este es un concepto dinámico, el cual
nos lleva a hacer brotar, arrostrar y solventar los conflictos de manera no
violenta, con el fin de alcanzar una concordia de la persona consigo mismo, con
la naturaleza y con los demás”, puntualizó.
Monseñor De Jesús Moya, también se
refirió al tema de la inmigración, exponiendo que desde pequeño debe de
educarse para evitar la discriminación por razones de sexo, edad, raza,
discapacidad, etc., fomentando la idea de que todos somos iguales y por ello
debemos ser tratados con el mismo respeto.
Sostiene que el tema de la inmigración
debe ser tratado desde los primeros años de educación, sugiriendo que los
padres deben inculcar a los niños un aspecto tan importante como este, papel
que deben asumir los centros escolares y los profesores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario