Todos los cambios, aun los más ansiados, llevan consigo cierta melancolía.
Las cosas han cambiado mucho desde los tiempos
descritos por Gabriel García Márquez en “El amor en los tiempos del cólera”,
que relata una maravillosa historia de amor en la que el romance nació a
primera vista y sin pensarlo: de un flechazo. Sin embargo, hoy vivimos una era
en la que el ciberespacio y sus comunidades virtuales han cambiado las reglas
de seducción y nos llevan a un ambiente donde es necesario tener “perfiles
atractivos” que cautiven a nuestras víctimas de amor virtual.
Estamos hablando de un “Amor en los tiempos del Facebook”, donde entran a tallar,
básicamente, buenas fotos, irresistibles descripciones de perfiles y gustos
musicales compatibles. Si antes las mujeres debían preocuparse por el peinado a
la moda, la ropa más moderna y el maquillaje adecuado, hoy, con Facebook, la
información correcta juega un papel determinante: la descripción de uno mismo
requiere de un ritmo cautivador, palabras precisas y de interrogantes en el
lugar adecuado. Es necesario crear una atmósfera de misterio para encandilar al
visitante. Y en este juego, la foto del perfil es un punto aparte.
La foto te delata, siempre se debe elegir la mejor…
y que tire la primera piedra aquel que nunca ha colgado las más atractivas que
tiene. La foto del perfil es básica y tiene por objetivo atraer al otro a hacer
click. Las hay de toda clase:
Los prácticos: Que ponen una foto carnet o la
primera que encuentran en su carpeta “Mis imágenes”.
Los casuales: eligen una foto en cualquier posición,
creando esa postura a lo James Dean, una mezcla de misterio y rebeldía;
normalmente no miran a la cámara.
Los tiernos: ponen una dulce y cándida foto de
infancia que refleja aquel bebé que llevan dentro, una técnica infalible para
conquistar a las mujeres que aman a los niños.
Los enamorados: la foto con su novio/a que da por
sentado que está enamorado hasta los huesos y que pone un anuncio de STOP para
aquellos/as con intenciones de flirtear.
‘El padre’: los que se muestran orgullosos cargando
a sus pequeños. Otras: los que cuelgan la foto grupal, la imagen con su
mascota, un símbolo, un cuerpo ligero de ropa, el último viaje, etc.
Por otro lado, todo lo que muestras, desde el
estatus hasta los comentarios de tus amigos, pueden ser alimento para futuros
romances.
Si bien Facebook puede certificar una relación,
también puede destruirla. Un símbolo de corazón roto podría estar apareciendo
en este momento en la página de inicio de cualquiera de nosotros. Son infinitos
los casos de infidelidades descubiertas gracias a esta enorme red social. Fb
puede también ser un medio para tomar revancha y venganza.
Por otro lado, no es ningún secreto que todos
guardamos amores del pasado que quisiéramos volver a encontrar. Ahora, más que
nunca, esto es posible gracias a la informática que nos da las herramientas
para retomar aquellos ‘recuerdos de un futuro juntos’. Facebook, el más grande
registro social en Internet, además de contactarnos con la gente de nuestro
presente, nos permite recuperar personas del pasado. Con decenas de millones de
usuarios registrados, tenemos un 80% de probabilidades de encontrar a aquel ser
que en algún momento quisimos.
Fb es un mundo completo: puedes comunicarte,
reencontrarte, esconderte y engañarte. Lo forman gente real, pero no
necesariamente todo lo que se encuentra ahí es cierto. Ese lugar en el que
puedes hacer y ser quien quieres y mostrar tu mejor ángulo… Pero sigue siendo
parte del mundo y replica sus valores. Y es que la vida para nosotros era
muchísimo más difícil. Antes, para saber con quién hablaba, con quién ligaba o
qué estaba haciendo tu objeto de deseo, tenías que llegar a tal nivel de
paranoia expiatoria que al final se te acababan rifando en la CIA. Ahora todo
es más fácil.
¿Y qué me dices de todas esas charlas eternas y a
corazón abierto que se necesitaban para
conocer al dedillo la vida de una persona? ¿O lo costoso que era el
trabajarte a ese amigo íntimo que tenía para sacarle toda la información que
necesitabas, y comenzar así a elaborar tu estrategia de ataque?
Pero no creas que todo ha ido a mejor. Para nada.
Sin Facebook puede que antes viviésemos hasta un poco más felices. Situación
típica. Se rompe una pareja. Primera pregunta: ¿nos borramos del Facebook? Si
la respuesta es sí, adiós al cotilleo. Pero casi todos acaban optando por el no.
Y ahí llega el problema: “¿Y esta que hace hablándole ahora? ¡Mira cómo
aprovecha!”.
Algunas realidades del amor en un mundo digital.
Nunca había sido tan complicado tener una relación como lo es en la era
digital. Con la existencia de Facebook, ya no sólo nos tenemos que preocupar
por si nuestro galán o galana nos llamará por teléfono o si nos invitará a
salir, no; ahora nos tenemos que preocupar por si nos va a escribir en nuestro
muro o por la foto de perfil que pondrá.
Una relación ya no es algo entre dos personas, como
antes. Ahora en Facebook (que a partir de ahora será sólo FB, como JLo) una
relación involucra a todos los cientos de personas que tienes como amigos, a
quienes invitas a participar en ella a través de tus fotos, videos y mensajes de
amor.
Es real, en estos tiempos ya no hay necesidad de
preguntarle a la persona en cuestión toda su información básica, pues resulta
que en la primera cita tú ya sabes todo. ¿Cómo así? Pues justo porque cuando te
aceptó como amigo, checaste su perfil para conocer sus intereses, sus
actividades favoritas, su ideología política, familias, exes y sus deportistas
favoritos. (Aunque siempre debemos tomar en cuenta que no todos decimos la
verdad al momento de crear el perfil.)
Cuando quieres ligarte a alguien en FB empiezas por “dar un toque”. De
ahí sigue comentar sus fotos, escribirle en su muro (lo que equivale a dar un
beso en el cachete en la vida normal), continúas chateando y hasta teniendo
videoconferencias, porque con tanta actividad solos no han podido verse. Hay de todo como en la vida misma…
El
autor es Educador
carlos.sosao@minerd.gob.do
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