Rosa Alcántara y S. Custodio
El golpe de Estado al profesor
Juan Bosch cumplió el 25 de este mes 49 años, un acontecimiento que, según
analistas, tronchó el proyecto de nación de justicia social que se había
propuesto ejecutar el fundador de los partidos Revolucionario Dominicano y de
la Liberación Dominicana.
Bosch ganó las primeras
elecciones democráticas del país, el 20 de diciembre de 1962, tras el
ajusticiamiento del dictador Rafael Leónidas Trujillo. Gobernó por sólo siete
meses.
Retornó al país a finales de 1961
presidiendo el PRD, un partido formado en Cuba en 1931. El regreso de Bosch se
produce luego de 20 años en el exilio. Ya en el poder, Bosch intentó llevar a
la práctica sus ideas de avanzadas, en la línea de lograr transformaciones
sociales y económicas en el pueblo dominicano, con preferencia hacia los
sectores más desposeídos.
Extraordinaria experiencia. El historiador Franklin Franco atribuye el golpe de Estado a Bosch a las
heridas que provocaron a sectores nacionales y extranjeros la puesta en
práctica de su Constitución de 1963, otras posturas radicales con perfiles
socialistas y las envidiables características democráticas.
La Constitución de 1963 no ha podido
ser superada ni por la del 2010. Esa Carta Magna contemplaba la libre
organización sindical, el respeto al derecho al trabajo y, sobre todo, el
derecho de los obreros a participar de los beneficios de las empresas en
las que laboran y la consagración al derecho al techo. Además, el derecho
de los campesinos desposeídos a la propiedad de la tierra y la
consagración de la educación laica. Intentó eliminar el Concordato.
Asimismo, Bosch rechazó todas las
presiones ejercidas por Estados Unidos y por los ultraderechistas dominicanos
para que limitara el derecho al libre ejercicio del pensamiento declarando al
comunismo como doctrina malsana e ilegal.
Su estilo de gobernar chocó con grupos
poderosos económicos, eclesiásticos, extranjeros y militares remanentes del
trujillismo, que degeneró en el golpe de Estado de 1963.
Franco asegura que la honestidad
y transparencia caracterizaron la conducta de Bosch. Considera
que el reto del presidente Danilo Medina es acercar su vida política
a las enseñanzas de su maestro.
Una frustración. Rafael -Fafa-
Taveras, quien fuera un activo luchador antitrujillista desde la línea
del Movimiento 14 de Junio y actual dirigente del PRD, consideró
que el derrocamiento de Bosch fue la frustración del primer gran esfuerzo por
democratizar el país.
“No pudimos imponerlo por el
levantamiento popular y lo que se impuso fue una intervención de los
Estados Unidos y el fortalecimiento del pasado, del trujillismo, que Bosch
aspiró superar”.
Dice que Bosch fue el primero que
habló de institucionalizar el país, que el Estado asegurara igualdad de
oportunidades y de erradicar los privilegios.
“La Constitución del 1963 fue el
mejor proyecto de nación. Bosch creyó en la separación de la Iglesia y del
Estado, reconoció el trabajo como base del poder social y en
la separación de los poderes”, aseguró.
Sobre el golpe
El 20 de septiembre de 1963, los
comerciantes convocaron a una huelga general que paralizó el país por dos días.
El paro fue interpretado por los militares como una señal de que había llegado
el momento de realizar el golpe de Estado que habían planificado.
En esos días el caos y la
incertidumbre se apoderaron de las calles y los militares tomaron las vías con
armas en manos.
El 23 de septiembre Juan Bosch
esperaba pacientemente el golpe de Estado y así lo manifestó al embajador de
los Estados Unidos, John Barlow Martin, quien intentó persuadirlo y se brindó
para ir a San Isidro para detener a los golpistas. El Presidente, sin embargo,
se negó, según escribió Martin años después.
Finalmente, a las 4:15 de la madrugada
del miércoles 25 de septiembre, después de sólo siete meses en el cargo, Bosch
fue derrocado con un golpe de estado encabezado por el coronel Elías Wessin y
Wessin. Algunos de sus ministros también fueron detenidos.
Bosch alegó que el golpe de Estado se
debió a la “corrupción existente entre los militares y porque se negó a comprar
aviones ingleses a un costo de 5.0 millones de dólares, en cuyo negocio el
general Miguel Atila Luna, el jefe de la Aviación Militar, se ganaría US$1.2
millones”.
Los golpistas de Bosch
Bosch fue derrocado y reemplazado por
un triunvirato presidido por Emilio de los Santos. La escogencia del
triunvirato y luego la conformación de los Consejos de Estado, degeneró
más tarde, en 1965, en la Gesta de Abril.
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