Magistrada Ana Veras |
Miguel
Domingo Vásquez
Salcedo.
“Antes asistían muchos menores a los lugares de expendios de bebidas
alcohólicas, bancas de apuestas y colmadones, pero ahora todo está controlado”,
esto lo aseguró la procuradora fiscal de niños, niñas y adolescentes de este
municipio, Ana Veras.
Veras afirmó que en los establecimientos que
encuentran adolescentes o menores le cierran el negocio al dueño, y los
requieren al ministerio público, donde le aplican sanciones por violaciones a
las normas, lo que corresponde a la fiscalía ordinaria del derecho común.
La funcionaria del ministerio judicial aclaró que
para dichos lugares de bebidas alcohólicas, existen sanciones de un mes a un
año de prisión y multas de 10 a 30 salarios mínimos, en conformidad con los
artículos 23 y 407 de la Ley 136-03 del código para la protección de los
derechos fundamentales de niños, niñas y adolescentes.
La procuradora
fiscal explicó que el ministerio público ha realizado bastantes operativos; que
los propietarios de negocios saben que no deben permitir la entrada de menores
a dichos lugares, por lo que están librando una campaña de concientización y
educación a los padres.
Veras expresó que otros problemas que existen son el
maltrato, abuso infantil y la no supervisión de adulto; los dos primeros son
definidos como el daño físico intencional que reciben los menores por parte de
padres, tutores o algún familiar directo.
La fiscal de niños y adolescentes, consideró que el
maltrato psicológico es cuando una persona adulta ataca de manera sistemática
la capacidad mental del menor.
La funcionaria judicial dijo que no existen centros
de acogida para adolescentes en conflictos con la ley penal, denominada
correccionales, y que los infractores con medidas consistentes en la privación
provisional de libertad preventiva, son enviados a un centro de adolescentes en
la ciudad de San Francisco de Macorís, por un período de 30 días.
La procuradora fiscal de menores entiende que con
relación a los casos graves de adolescentes el ministerio público investiga
todas las fases del proceso para obtener una sentencia condenatoria definitiva
y luego son trasladados a los centros de
las ciudades de la Vega, Santiago y San Cristóbal.
Ana Veras señaló que el centro de San Cristóbal es
para adolescentes que no sean violentos ni agresivos, el cual es dirigido por
un sacerdote, donde le dan asistencia psicológica, docencias de normas y
reglas, entre otras.
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