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lunes, 17 de diciembre de 2012

Monseñor Moya deplora violencia.

Monseñor Jesús María de Jesús Moya.
Foto: elyaja.com

Francisco Calderón Hernández.

San Francisco de Macorís. Monseñor Jesús María de Jesús Moya, obispo emérito de la diócesis de esta ciudad, deploró la predominante violencia en la sociedad, marcada por las guerras, el hambre y las grandes diferencias que existen entre unas zonas y otras en el mundo.
Sostiene que hay zonas dominadas por el dinero, en gran parte derrochado y otras en las que prácticamente no tiene ni para comer.
“Nosotros estamos encantados o ilusionados con los que simplifican y con los grandes resultados rápidos y positivos que dan las tecnologías, pero no advertimos el poder destructivo de sus trampas”, precisó.
Puso como ejemplo a cientos de miles de niñas, niños y adolescentes adictos a la pornografía por internet, y en el mundo de la guerra a un misil destructivo que se le responde destruyéndolo en el aire con otro misil más poderoso y más destructivo.
Las consideraciones de Monseñor Jesús María de Jesús Moya fueron emitidas tras recibir el título de Doctor Honoris Causa en Humanidades, otorgado por la Universidad Católica Nordestana (UCNE), de la cual fue Rector y Gran Canciller durante 28 años.
El obispo emérito entiende que la paz en la tierra no se puede lograr si no se asegura el bien de las personas y la comunicación espontánea entre los hombres de sus riquezas de orden intelectual y espiritual.
“Es absolutamente necesario el firme propósito de respetar a los demás hombres y pueblos, así como su dignidad, y el apasionado ejercicio de la fraternidad, en orden a construir la paz, pues ella también es fruto del amor, el cual sobrepasa todo lo que la justicia puede realizar”, significó.
Entiende que la educación para la paz tiene la misión de responder a los problemas de conflictos y de violencia en todos los ámbitos, pues es un intento de crear futuros más justos y firmes.
Tras definir la palabra “paz”, consistente en un estado a nivel social y personal, en el cual se encuentran en equilibrio y estabilidad las partes de una unidad, estimó que la misma es además el proceso de búsqueda de justicia en los diferentes niveles de relación humana.
“Este es un concepto dinámico, el cual nos lleva a hacer brotar, arrostrar y solventar los conflictos de manera no violenta, con el fin de alcanzar una concordia de la persona consigo mismo, con la naturaleza y con los demás”, puntualizó.
Monseñor De Jesús Moya, también se refirió al tema de la inmigración, exponiendo que desde pequeño debe de educarse para evitar la discriminación por razones de sexo, edad, raza, discapacidad, etc., fomentando la idea de que todos somos iguales y por ello debemos ser tratados con el mismo respeto.
Sostiene que el tema de la inmigración debe ser tratado desde los primeros años de educación, sugiriendo que los padres deben inculcar a los niños un aspecto tan importante como este, papel que deben asumir los centros escolares y los profesores.

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