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jueves, 20 de septiembre de 2012

No bastan las buenas intensiones


Las últimas medidas de austeridad dadas a conocer por el presidente Medina, han evidenciado la pretensión de querer realizar un ejercicio gubernamental diferente al que nos tienen acostumbrados. El querer crear la necesidad de prudencia y compromiso en el ejercicio honesto de la administración pública, corresponde a lo planteado por el mandatario.

Estas disposiciones destacan, que lo que se quiere relucir en el ejercicio de una función pública es la disposición de servir, pues ninguno debe asumir un cargo por los beneficios que conlleva, más bien por la responsabilidad que se debe asumir con la nación.

Recordemos que argumentos similares a estos, fueron proclamados por el ex presidente Leonel Fernández en el 2004 y el  2007, con la ley de austeridad, los cuales fueron vulnerados; y que al igual que las pasadas, estas disposiciones disfrutado de buena aceptación, tanto en la opinión pública como de los diferentes sectores, con la única expectativa de que se lleven a cabo.

Pero esto no se logra implementando un simple discurso, más que con palabras se logra con hechos, con acciones y mano dura, y sobre todo con el respaldo que amerita por  parte de los que forman parte de su gabinete.

Esto se logra, demostrando al país que los cambios propuestos son verdaderamente ejecutados, manifestando de este modo, que tienen el desafío de causar innovaciones ante la ciudadanía, que ávidamente lo demanda.

El nuevo mandatario ha dado una muy buena señal de pretender incrustar la austeridad en el Estado, pero no bastan las buenas intensiones, el presidente a lo mejor la tenga, pero abría que ver la disposición de sus subordinados.

Es bueno reiterar lo pronunciado por el propio Danilo: “Ya es hora de que se borre con los hechos la imagen de que todo el que va al Estado es un corrupto, que es necesario que se adecente el ejercicio de la política y la conducción del Estado”.

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