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sábado, 11 de agosto de 2012

OPINION

EDITORIAL
De los discursos a las prácticas
En la actualidad los temas del momento en nuestro país son Moringa, Salami, y Violencia de Género. Temas que han acaparado los medios de comunicación a tal punto de desviar la atención de otros problemas que también afectan la nación, y que no dejan de ser importantes.
Licda. Carmen Gil
Directora Pluma Libre

Además de los abusos de poder, la criminalidad, la corrupción, la delincuencia, el narcotráfico, el desequilibrio en los sueldos, la desigualdad social, entre otros, se suman estos que vienen a cargar más de tensión a la población.

Sin embargo, el incumplimiento de las leyes, es lo que tiene a nuestro país caminando al revés, atrancado, ya que muchos andan como chivos sin ley, violándola e incumpliéndola, y nadie asume una actitud general, para contrarrestar la falta.

Por ejemplo, si el problema de las drogas se resuelve con educación, empleo y deportes; si el de los feminicidios se combate con educación y concienciación, y sobre todo acción, entonces qué esperar para neutralizar estos males.

Si los policías forman parte de los que delinquen, por qué no se les ofrece un mejor estilo y condición de vida, para que no incurran en esas prácticas; por qué no se les educa, se les proporciona un salario decente, para que no incidan en actos delictivos y realicen su labor de manera digna y decorosa.  

Parece ser que la infracción es algo normal en nuestra sociedad, si cada persona que  incumpliera la ley tuviera una sanción, si no hubiera privilegios, si existieran límites, si el Estado implementara acciones enérgicas, la realidad fuese diferente.

Sólo se deben planificar, ejecutar medidas y acciones que contrarresten el problema y que contribuyan a la solución, no sólo por parte de las autoridades sino de todos los sectores y de la sociedad en general.

La población requiere de un rápido ordenamiento, pues si se hace cumplir la ley todos viviríamos en iguales condiciones, sabríamos cuales serían nuestros deberes y sobre todo se disfrutaría de los mismos derechos, lo que acabaría con las desigualdades que se comete a diario.

Ya está bueno, se debe de pasar de los discursos a las prácticas, se precisa de más compromiso, responsabilidad y esfuerzos mancomunados, ya que el cumplimiento de la ley es indispensable para generar confianza, donde los ciudadanos se mantengan vigilantes para garantizar mejores leyes y sobre todo para que sean cumplidas.

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